El sistema cannabinoide endógeno (SCE), consiste en una red de receptores que están distribuidos en todo el cuerpo. Este sistema tiene funciones complejas, siendo su principal objetivo mantener la homeostasis (equilibrio) del organismo.
El SCE juega un papel importante en varias funciones del organismo que incluyen el aprendizaje, la memoria, la emoción, la digestión, el apetito, la función motora, la respuesta inmune, el dolor, la presión arterial, el crecimiento de los huesos, neuroprotección, entre otros.
Los dos principales receptores son el CB1 y CB2. Están distribuidos en sistema nervioso y sistema inmune, el cerebro, sistema gastrointestinal, sistema genitourinario, bazo, sistema endocrino, corazón y sistema circulatorio.
El THC y El CBD interactúan con estos receptores y generar efectos similares a los endocananbinoides (anandamida) generando así efectos directos de control y equilibrio orgánico (homeóstasis).
El CB1, el receptor con mayor presencia, se encuentra principalmente en el cerebro y sistema nervioso. También se encuentra en menor medida en pulmones, sistema vascular, músculos, tracto intestinal y órganos reproductivos. Por su parte, el CB2 se encuentra en el bazo, los huesos y la piel. Estos receptores funcionan como candados que se abren con llaves específicas. Así se generan los efectos terapéuticos del cannabis medicinal.
Aunque parecen muy distintos el uno del otro, estudios han demostrado que el CBD y el THC se potencian entre sí; actúan de forma sinérgica. Por ejemplo, el CBD puede mejorar las propiedades analgésicas del THC, disminuir su psicoactividad y ayudar a mitigar los efectos adversos como lo son la ansiedad y la taquicardia.
Gran parte de los medicamentos de cannabis poseen estos dos componentes en diferentes proporciones, lo que dará uno u otro efecto dependiendo de la persona y el tratamiento.
No solo estos cannabinoides actúan mejor al estar juntos, todos los componentes de la planta se potencian entre sí. Un producto o medicamento con una amplia gama de fitocannabinoides y terpenos (moléculas aromáticas con efectos terapéuticos que también se encuentran en el cannabis) es mucho más efectivo que un componente aislado. La sinergia entre los diferentes componentes químicos del cannabis es lo que se conoce como efecto séquito.
El aceite de cannabis es la forma farmacológica más común de utilización con fines terapéuticos. Se logra a través de procesos de disolución destilación y medición que exceden los propósitos de este artículo. Hay información disponible en internet para hacerlo de manera artesanal en casa (disolver en alcohol y luego destilar) Sin embargo la obtención de las cantidades precisas de CBD y THC y poder realizar compuestos con cantidad en miligramos o en microgramos de manera específica, siempre requerirá de un proceso químico complejo que requiere la intervención de profesionales expertos en la materia bajo un contexto controlado y regulado de manufactura.
Aunque hay productos de origen artesanal actualmente en el mercado colombiano y que pueden ser efectivos, siempre será mejor controlar las cantidades de cannbabinoides y los otros compuesto de la planta que quedan en el producto final de consumo, para logra mejores efectos terapéuticos.