La toxina botulínica, más conocida como Botox, por su marca pionera, ha tomado cada vez más auge en el tratamiento de la rosácea, una de las condiciones de piel que puede llegar a ser no sólo incómoda sino crónica y difícil de controlar cuando no se hace el diagnóstico y manejo adecuado.
Además de mostrar mejoría clínica medible, la toxina puede impactar de forma muy positiva en la calidad de vida de nuestros pacientes; inclusive fortaleciendo su autoimagen y autoestima.
Este medicamento inhibe la liberación de una molécula (acetilcolina) y con ello sería capaz de prevenir la aparición de episodios de flushing ( enrojecimiento intermitente) y blushing (enrojecimiento permanente) en la rosácea. Esta actúa, en términos prácticos, controlando la reactividad de los vasos sanguíneos de la piel.
Los pacientes seleccionados son aquellos que a pesar de ser adherentes al tratamiento presentan rojez permanente que los incomoda de forma personal, social o estéticamente.
Puede realizarse en piel facial, cuello, escote e incluso cuero cabelludo. Localizaciones que pueden presentar rosácea.
- Este tratamiento es mínimamente invasivo.
Puede generar mínimo dolor o disconfort. Para aminorarlo, se usa en general anestesia tópica y vibratoria. La técnica es distinta a la aplicación de toxina botulínica para el tratamiento de arrugas. No se aplica inyectando los músculos sino que consiste en depositar pequeñas cantidades del medicamento en la piel, mediante mesoterapia. El especialista debe calcular lo necesario por centímetro cuadrado para tratar el área afectada, mediante la técnica de mesoterapia o microinfusión cutánea.
Los efectos se inician desde el tercer día de aplicación y alcanzan su pico máximo en la segunda semana después de la aplicación. Se puede realizar cada 6 meses en promedio.
Está claro que lo principal es hacer un diagnóstico oportuno, estabilizar la inflamación y asociar tratamientos, pero es sumamente importante que cada paciente conozca qué opciones están a su disposición y que realice un protocolo personalizado de tratamientos de la mano de su dermatólogo (a).
Laura Sofía Habib Araújo
Médica-Dermatóloga
@LHDERMATOLOGIA
Bogotá, Colombia