La ictericia es el exceso de bilirrubina en sangre en un recién nacido.
Un pediatra es el especialista encargado del cuidado de la salud y las enfermedades de los niños y adolescentes desde su nacimiento hasta los 18 años. Este médico se enfoca en proporcionar atención integral y preventiva, realizando exámenes de salud periódicos, administrando vacunas, diagnosticando y tratando enfermedades pediátricas comunes y brindando orientación a los padres sobre el crecimiento y desarrollo de sus hijos. Además, el pediatra trabaja en equipo con otros profesionales de la salud para garantizar el bienestar físico, emocional y social de los niños y adolescentes. Es recomendable acudir a un pediatra para chequeos regulares, consultas por enfermedades agudas o crónicas, y para recibir orientación sobre la salud y el desarrollo infantil.
Un médico general es un médico o doctor familiar que se encarga de diagnosticar y prescribir tratamientos médicos a los pacientes. También gestiona la atención médica integral, realizando chequeos de rutina, brindando asesoramiento preventivo y manejando una amplia variedad de condiciones de salud. Cuando un paciente requiere un tratamiento específico o especializado, el médico general lo refiere a un especialista. Su papel es esencial para coordinar la atención médica, asegurando que los pacientes reciban el cuidado adecuado y continuo para mantener su salud.
El gastroenterólogo es un médico especializado en enfermedades del sistema digestivo, incluyendo esófago, estómago, intestinos, colon y recto, páncreas, vesícula biliar, conductos biliares e hígado. Se encarga de diagnosticar y tratar afecciones como reflujo gastroesofágico, úlceras, enfermedades inflamatorias del intestino, síndrome del intestino irritable, hepatitis, pancreatitis y enfermedades del hígado. Es recomendable acudir a un gastroenterólogo si se presentan síntomas persistentes como dolor abdominal, dificultad para tragar, acidez, diarrea, estreñimiento, ictericia o sangrado digestivo.
Un hepatólogo es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del hígado. Este especialista aborda condiciones como la hepatitis, la cirrosis, la enfermedad del hígado graso, las infecciones hepáticas, los trastornos metabólicos del hígado y el cáncer de hígado. Los hepatólogos utilizan diversas técnicas diagnósticas, incluyendo análisis de sangre, ecografías, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) y biopsias hepáticas para evaluar la salud del hígado y determinar el mejor curso de tratamiento. Es recomendable acudir a un hepatólogo si se presentan síntomas como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, hinchazón en el abdomen, fatiga extrema, pérdida de apetito o peso inexplicada, o si se tiene una enfermedad hepática diagnosticada que requiere un manejo especializado.