La prostatitis es una inflamación de la glándula prostática. La prostatitis puede causar dolor, dificultad para orinar y disfunción sexual.
El urólogo es el médico especialista en el sistema urinario masculino y femenino, así como en el aparato reproductor masculino. Este profesional se encarga de diagnosticar y tratar una amplia variedad de trastornos y enfermedades relacionadas con los riñones, la vejiga, los uréteres, la uretra, la próstata, los testículos y otras estructuras del sistema urinario y reproductor. Los urólogos pueden tratar condiciones como infecciones del tracto urinario, cálculos renales, trastornos de la próstata, disfunción eréctil, infertilidad masculina, cánceres urológicos y otros problemas relacionados. Utilizan una combinación de pruebas diagnósticas, tratamientos médicos y procedimientos quirúrgicos para abordar estas condiciones y mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes. Es recomendable acudir a un urólogo si se experimentan síntomas como dificultad para orinar, dolor en la región pélvica, sangre en la orina, cambios en la función sexual o cualquier otro problema relacionado con el sistema urinario o reproductor.
Un médico general es un médico o doctor familiar que se encarga de diagnosticar y prescribir tratamientos médicos a los pacientes. También gestiona la atención médica integral, realizando chequeos de rutina, brindando asesoramiento preventivo y manejando una amplia variedad de condiciones de salud. Cuando un paciente requiere un tratamiento específico o especializado, el médico general lo refiere a un especialista. Su papel es esencial para coordinar la atención médica, asegurando que los pacientes reciban el cuidado adecuado y continuo para mantener su salud.
El geriatra es un médico especialista en problemas y enfermedades de los adultos mayores. Se dedica a la prevención, diagnóstico y tratamiento de afecciones que afectan a esta población, como enfermedades crónicas, demencia, osteoporosis, artritis y problemas de movilidad. Además, el geriatra maneja aspectos relacionados con el bienestar mental y emocional, el uso adecuado de medicamentos y la mejora de la calidad de vida en general. Es recomendable acudir a un geriatra para evaluar y manejar las complejidades de la salud en la tercera edad, asegurando un cuidado integral y especializado para promover un envejecimiento saludable y activo.