El cáncer óseo es un cáncer en los huesos que se origina dentro de la masa ósea, ocasionando el debilitamiento de los huesos.
El oncólogo es un médico especializado en diagnosticar y tratar el cáncer. Este profesional desarrolla planes de tratamiento personalizados para cada paciente, que pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y terapias inmunológicas. Además, brinda apoyo integral al paciente y su familia, ofreciendo información sobre el pronóstico y el manejo de los efectos secundarios del tratamiento. Es fundamental acudir a un oncólogo ante la sospecha o diagnóstico de cáncer para recibir atención especializada y mejorar las posibilidades de recuperación y calidad de vida.
El ortopedista es un médico especialista en el sistema músculo esquelético del cuerpo humano, que incluye los huesos, las articulaciones, los ligamentos, los tendones, los músculos y los nervios. Este profesional se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de lesiones y enfermedades que afectan a estas estructuras, como fracturas óseas, luxaciones, lesiones deportivas, artritis, y enfermedades degenerativas como la osteoporosis y la artrosis. El ortopedista utiliza diversas modalidades de tratamiento, que pueden incluir fisioterapia, medicamentos, terapia ocupacional y cirugía, con el objetivo de restaurar la función y la movilidad del paciente. Es recomendable acudir a un ortopedista ante lesiones o dolores persistentes en el sistema músculo esquelético para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado que permita una recuperación efectiva y mejore la calidad de vida del paciente.
Un radioterapeuta es un especialista en realizar radioterapias, un tratamiento que implica el uso de rayos X de alta energía u otras formas de radiación para destruir o dañar las células cancerosas y detener su crecimiento. Este profesional trabaja en estrecha colaboración con un equipo multidisciplinario de oncólogos, radiólogos, físicos médicos y otros especialistas para planificar y administrar el tratamiento de radioterapia de manera segura y efectiva para cada paciente. El radioterapeuta utiliza imágenes de diagnóstico, como tomografías computarizadas (TC) y resonancias magnéticas (RM), para delinear el área a tratar y calcular la dosis de radiación necesaria para eliminar las células cancerosas mientras se minimiza el daño a los tejidos sanos circundantes. Además de administrar la radioterapia, el radioterapeuta también supervisa de cerca la respuesta del paciente al tratamiento, ajustando la dosis y la duración según sea necesario para optimizar los resultados. Es recomendable acudir a un radioterapeuta si se ha sido diagnosticado con cáncer y se considera que la radioterapia es parte del plan de tratamiento, para recibir una evaluación exhaustiva y un tratamiento personalizado que aborde las necesidades específicas de cada paciente.