La hipertensión arterial es el aumento de presión arterial por encima de 140/90 y se considera grave cuando está por encima de 180/120.
Un médico general es un médico o doctor familiar que se encarga de diagnosticar y prescribir tratamientos médicos a los pacientes. También gestiona la atención médica integral, realizando chequeos de rutina, brindando asesoramiento preventivo y manejando una amplia variedad de condiciones de salud. Cuando un paciente requiere un tratamiento específico o especializado, el médico general lo refiere a un especialista. Su papel es esencial para coordinar la atención médica, asegurando que los pacientes reciban el cuidado adecuado y continuo para mantener su salud.
El médico internista es el especialista en la atención integral, enfocado en las enfermedades que afectan los órganos y sistemas internos. Es recomendable acudir a un médico internista cuando se presentan síntomas persistentes, como fatiga inexplicable, dolor crónico, cambios en la función orgánica o necesidad de gestionar múltiples condiciones de salud. Además, es aconsejable consultar a un internista para realizar chequeos de rutina, evaluaciones preventivas y obtener orientación sobre el manejo de enfermedades crónicas.
El nefrólogo es un médico especializado en los riñones y sus funciones. Se encarga de diagnosticar y tratar enfermedades relacionadas con los riñones, como la insuficiencia renal, la hipertensión arterial, la enfermedad renal crónica, los cálculos renales y los trastornos del equilibrio de líquidos y electrolitos. Además, el nefrólogo realiza diálisis y trasplantes renales en pacientes con insuficiencia renal avanzada. Es recomendable acudir a un nefrólogo si se presentan síntomas como dolor en la zona lumbar, cambios en la micción, hinchazón en las extremidades o si se tienen antecedentes familiares de enfermedad renal.
Un cardiólogo es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos: el aparato cardiovascular. Realiza pruebas como electrocardiogramas, ecocardiogramas y pruebas de esfuerzo para evaluar la salud cardíaca y ofrece tratamientos personalizados que pueden incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida y procedimientos quirúrgicos. Es recomendable acudir a un cardiólogo si se presentan síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones, mareos, o si se tiene un historial familiar de enfermedades cardíacas.